Un terremoto de magnitud 4.2 sacude el Atlántico próximo a Canarias.

La mañana del domingo 13 de julio comenzó con un movimiento sísmico registrado a las 09:38 (hora GMT) entre las Islas Azores y el Cabo de San Vicente. El Instituto Geográfico Nacional (IGN) confirmó que se trató de un terremoto de magnitud 4.2.

CANARIAS | INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL

Aunque el epicentro se situó lejos del archipiélago canario, el evento ha generado atención entre los servicios de vigilancia sísmica y parte de la población local.

Algunas zonas costeras de Canarias, especialmente áreas elevadas de Tenerife y La Palma, percibieron levemente el temblor. No se han reportado daños materiales ni víctimas, y el fenómeno ha sido clasificado como tectónico. Se descarta cualquier alerta de tsunami y, por el momento, no se esperan réplicas de importancia.

Este tipo de sismos es relativamente habitual en esta región del Atlántico, donde convergen las placas tectónicas euroasiática y africana. La zona entre Azores y Cabo de San Vicente está sujeta a procesos de subducción y desplazamientos de fallas submarinas, lo que explica la frecuencia de movimientos sísmicos moderados como el registrado.

El Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN) ha iniciado el seguimiento del evento, en un contexto en el que ya se venía monitoreando una actividad sísmica ligera en Tenerife. Durante los últimos días, la isla ha registrado una decena de pequeños temblores, sobre todo en su vertiente sur, lo que mantiene en alerta preventiva a los equipos de vigilancia geológica.

Este fenómeno pone de relieve la actividad natural del entorno atlántico que rodea a Canarias, una región que, pese a su aparente calma, está moldeada por fuerzas tectónicas constantes. La labor de observación y estudio que realizan los institutos científicos resulta clave para la prevención de riesgos y la mejora del conocimiento geológico.